No es ningún secreto: Belice es uno de los principales destinos del mundo para observar la vida salvaje. Aquí en Ka'ana, en las selvas occidentales del país, los huéspedes cuentan con acceso de primera a algunas de las casi 600 especies de aves de Belice. Para los observadores de aves, eso es puro paraíso. Y las criaturas aladas son tan hermosas que incluso los visitantes que en un principio no habían pensado mucho en ellas se suelen ir de Belice con una nueva pasión en sus vidas (especialmente si se han unido a nuestra aventura de observación de aves).
Una de nuestras aves más queridas es el tucán. Está en todos lados en Belice y no solo alimentándose de las abundantes cantidades de frutas de la selva lluviosa. Como ave nacional, se encuentra en el logotipo de la Junta de Turismo de Belice. ¡Incluso está en los billetes de dólar! Sin embargo, preferimos verla en su hábitat natural y deleitarnos con cada avistamiento suyo mientras revolotea de árbol en árbol.
Otra de las aves favoritas de Belice es el loro de cabeza amarilla, endémico de la zona ya que es una subespecie que no se encuentra en ningún otro lado. Con su cuerpo verde lima y una cabeza de un amarillo resplandeciente, este loro tiene unas habilidades de imitación extraordinarias, haciendo que sea una sorpresa escucharlo en su estado salvaje. Observadores de aves de todo el mundo vienen hasta acá con la esperanza de avistar a esta rara especie de ave, cuya población se ha desplomado en décadas recientes.
La guacamaya roja es otra especie obligatoria para los observadores de aves. El loro rojo arquetípico, tiene un cuerpo rojo rubí con destellos brillantes de amarillo y azul en sus alas. Es también el loro más grande del mundo. Los números de la guacamaya roja han disminuido en Centroamérica, si bien sigue abundando en América del Sur. Por suerte, los huéspedes de Ka'ana pueden ver grandes bandadas de hasta 16 guacamayas a la vez entre los meses de noviembre y febrero, durante nuestra excursión matutina de observación de aves. ¿Y nuestro dato favorito sobre este magnífico pájaro? Que es un auténtico tórtolo: siempre vive en pareja.
Y si bien la guacamaya roja es el loro más grande de todos, palidece en comparación con el jabirú, el ave voladora más alta de América Latina, la cual llega a unos imponentes 1,5 metros (5 pies) y con alas que se pueden extender hasta 2,8 metros (9 pies). De noviembre a junio, este gigante se puede observar con regularidad en el cercano santuario natural Crooked Tree, hogar de una de las poblaciones reproductivas más saludables de jabirús en Centroamérica. Son dificiles de pasar por alto, no solo por su tamaño, sino también por sus colores contrastantes. Estas aves tienen un cuerpo blanco y un largo cuello negro con una franja roja.
En el extremo opuesto del espectro están los colibríes, pequeños voladores que se desplazan a toda velocidad por la selva. En Belice contamos con casi 30 especies de estas pequeñas aves. Sus picos largos y delgados son perfectos para introducirlos en nuestras flores tropicales y chupar su néctar. Estas aves maravillosas pasan sus inviernos aquí, después de viajar miles de millas desde el extremo septentrional de América del Norte.
Otra favorita entre los observadores de aves es la espátula rosada. Y apostamos que muchos huéspedes la verán de inmediato, ya que está incluida en el mural del Rum Room de nuestra propiedad hermana, Itz'ana. En su hábitat natural, las enormes bandadas de estas aves zancudas de color rosado son un festín para los ojos, mientras buscan comida en las marismas de Belice. Al mecer su ancho pico de un lado a otro en el agua conforme va caminando, la espátula cierne el lodo para conseguir crustáceos, ranas, tritones y peces pequeños.
El piquero patas rojas es otra ave marina que recala en Belice. Al alimentarse en el océano, anida en el atolón del arrecife Lighthouse, así como también en el monumento nacional de Cayo Half Moon. La reserva, fundada en 1928 con el propósito expreso de servir de santuario para los piqueros, es la más antigua de Belice. Cerca de 4.000 de estas aves de patas rojas anidan en el cayo, haciendo sus hogares allí y criando a sus polluelos en medio de matorrales de siricote con flores anaranjadas.
Y si bien las plataformas de observación ofrecen miradores de fácil acceso para ver a los piqueros patas rojas, los observadores de aves tienen que ser un poco más ambiciosos si desean ver al raro halcón pechirrojo. Solo existen 40 parejas de este depredador en Centroamérica, dispersas en algunas pocas áreas de Belice y Guatemala, así como de Panamá (pero, extrañamente, no en los países que quedan en medio de estos). Nuestras aventuras de observación de aves llevan a nuestros huéspedes a uno de los únicos 13 lugares en Centroamérica en donde vive este halcón en peligro de extinción.
Existen cientos más de aves hermosas, únicas y fascinantes en Belice. ¿Cuál está de primera en su lista?
Asegúrese de reservar nuestra aventura de observación de aves durante su próxima estadía y visite grandes organizaciones como Belize Bird Rescue y la Sociedad Audubon de Belice para más información.